El Salmo 135 es una invitación vibrante a la alabanza y reconocimiento de la grandeza de Dios. Este texto bíblico no solo celebra las maravillas que Dios ha realizado para su pueblo, sino que también refuerza la importancia de la memoria histórica y la gratitud en la vida de fe. A través de sus versículos, el salmo resalta la eternidad y el poder inigualable de Dios comparado con los ídolos de las naciones, que son descritos como meras obras de manos humanas.
Este salmo nos invita a reflexionar sobre nuestra propia práctica de la fe, animándonos a mantener una actitud de gratitud y alabanza constante. Es un llamado a reconocer la soberanía de Dios en todas las esferas de la vida y a recordar las veces que ha intervenido de manera poderosa en favor de su pueblo. Al explorar este salmo, nos adentraremos en un análisis profundo de su significado y las aplicaciones contemporáneas de sus enseñanzas, lo que promete enriquecer nuestro entendimiento y fortalecer nuestra espiritualidad.
Salmo 135 al completo
Salmo 135
- Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová,
- Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios.
- Alabad a Jehová, porque él es bueno; Cantad salmos a su nombre, porque es agradable.
- Porque Jehová ha escogido a Jacob para sí, A Israel por posesión suya.
- Porque yo sé que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.
- Todo lo que quiso Jehová, lo hizo, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
- Hace subir las nubes del extremo de la tierra; Hizo los relámpagos para la lluvia; Sacó el viento de sus tesoros.
- Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia.
- Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Sobre Faraón y sobre todos sus siervos.
- Destruyó a muchas naciones, Y mató a reyes poderosos:
- A Sehón rey amorreo, a Og rey de Basán, Y a todos los reinos de Canaán.
- Y dio la tierra de ellos en herencia, En herencia a Israel su pueblo.
- Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.
- Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y se compadecerá de sus siervos.
- Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres.
- Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;
- Tienen orejas, mas no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas.
- Semejantes a ellos serán los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
- Casa de Israel, bendecid a Jehová; Casa de Aarón, bendecid a Jehová;
- Casa de Leví, bendecid a Jehová; Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.
- Bendito sea Jehová desde Sión, Que mora en Jerusalén. Aleluya.
Explicación de los versículos de Salmo 135
Desglosamos el Salmo 135 versículo por versículo, profundizando en su significado y relevancia. Este análisis no solo proporciona una interpretación textual, sino que también ofrece reflexiones aplicables a nuestra comprensión moderna de la fe y la alabanza.
"Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová,"
Este versículo inicial establece el tono del salmo, un llamado a la alabanza continua. Resalta la importancia de reconocer y glorificar a Dios, no solo como un acto de devoción, sino como un deber de todos los que se consideran siervos de Jehová.
"Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios."
Aquí, el salmista especifica el lugar de la alabanza: la casa de Jehová. Este versículo subraya la santidad del templo como un espacio dedicado a la adoración y el encuentro divino.
"Alabad a Jehová, porque él es bueno; Cantad salmos a su nombre, porque es agradable."
Este versículo enfatiza la bondad de Dios y el placer que se encuentra en alabarlo. La bondad de Dios es una razón fundamental para ofrecerle alabanza, y cantar salmos es una manera de expresar esa gratitud y admiración.
"Porque Jehová ha escogido a Jacob para sí, A Israel por posesión suya."
Refleja el vínculo especial entre Dios y el pueblo de Israel, elegido como su posesión preciada. Este versículo nos recuerda la elección divina y el favor especial que Dios ha mostrado hacia Israel.
"Porque yo sé que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses."
El salmista proclama la supremacía de Jehová sobre todos los otros dioses, destacando su poder y grandeza incomparables. Este versículo refuerza la idea de que no hay entidad más poderosa o digna de adoración que Jehová.
"Todo lo que quiso Jehová, lo hizo, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos."
Este versículo muestra la omnipotencia de Dios, capaz de realizar todo lo que desea en cualquier esfera de la existencia. Subraya la capacidad ilimitada de Dios para actuar según su voluntad, tanto en la creación como en la intervención divina.
"Hace subir las nubes del extremo de la tierra; Hizo los relámpagos para la lluvia; Sacó el viento de sus tesoros."
Ilustra el control de Dios sobre los elementos naturales, presentando a Jehová como el maestro y creador del clima y los fenómenos meteorológicos. Este versículo nos recuerda que incluso los aspectos más básicos de nuestro mundo están bajo la dirección divina.
"Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia."
Refiere a uno de los actos más dramáticos de Dios en la historia bíblica: la décima plaga de Egipto. Este versículo destaca el poder de Dios para ejecutar juicios y realizar actos de gran magnitud como parte de su plan redentor.
"Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Sobre Faraón y sobre todos sus siervos."
Continúa con el tema de las intervenciones divinas en Egipto, recordando los milagros realizados como señales de poder y advertencias a Faraón. Estos actos no solo demostraron el poder de Dios, sino que también sirvieron como testimonio de su protección y favor hacia Israel.
Cada versículo del Salmo 135 nos invita a reflexionar sobre la grandeza de Dios y la importancia de la alabanza constante. Este salmo no solo es un canto de gratitud, sino también una afirmación de la fe y la dependencia continua en el poder y la providencia de Dios.
Significado y reflexión final sobre Salmo 135
El Salmo 135 nos invita a reflexionar sobre la magnitud de la alabanza y la importancia de reconocer la soberanía de Dios en todos los aspectos de la vida. Este salmo no solo es un canto de gratitud hacia Dios por sus maravillas y actos poderosos, sino también un recordatorio de que nuestra adoración debe ser constante y ferviente.
La repetición de llamados a alabar a Jehová subraya un punto crucial: la alabanza es una respuesta natural y necesaria ante la grandeza de Dios. Este salmo nos enseña que alabar a Dios no es solo un acto de culto en la iglesia; es una práctica que debe permeabilizar cada aspecto de nuestra vida, reconociendo su poder y providencia en todo momento.
Aplicar este salmo en nuestra vida diaria significa mantener un corazón agradecido y un espíritu dispuesto a reconocer la mano de Dios en todo lo que nos rodea. Nos anima a ser testigos de su gloria a través de nuestras palabras y acciones, y a recordar que, al igual que Israel, somos un pueblo escogido y amado por Dios.
Este salmo también nos desafía a reflexionar sobre las "ídolos" modernos que pueden desviar nuestra atención y devoción del único Dios verdadero. Nos llama a evaluar nuestras prioridades y a asegurarnos de que Dios ocupe el lugar central en nuestras vidas.
En conclusión, el Salmo 135 es un poderoso recordatorio de que nuestra alabanza a Dios debe ser tan omnipresente y constante como su amor y cuidado por nosotros. Te invitamos a seguir explorando las riquezas de la palabra de Dios en otros artículos de Tu Biblia Online, donde cada texto te guiará en tu crecimiento espiritual y fortalecimiento de tu fe.