El Salmo 78 es una narrativa poética que nos invita a reflexionar sobre la historia de Israel y las enseñanzas que podemos extraer de ella. Este salmo, atribuido a Asaf, no solo recuenta los eventos significativos de la nación, sino que también destaca la misericordia y la paciencia de Dios frente a la constante rebeldía y olvido de su pueblo. A través de sus versículos, se nos muestra cómo la historia puede servir de lección para las generaciones futuras, enfatizando la importancia de recordar y transmitir las obras y mandatos divinos.
Este salmo es un llamado a no repetir los errores del pasado, a reconocer la fidelidad de Dios y a enseñar estas verdades a las nuevas generaciones. La narrativa de Asaf es un poderoso recordatorio de que nuestra relación con Dios debe estar basada en el recuerdo constante de sus beneficios y en la obediencia a sus leyes. Al explorar el Salmo 78, nos adentramos en un viaje por la memoria colectiva de un pueblo y su interacción divina, lo que nos permite entender mejor nuestra propia fe y compromiso espiritual.
Salmo 78 al completo
Salmo 78
Escucha, pueblo mío, mi ley;
Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.Abriré mi boca en proverbios;
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos han contado.
No las encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.Él estableció testimonio en Jacob,
Y puso ley en Israel,
La cual mandó a nuestros padres
Que la notificasen a sus hijos;Para que lo supiese la generación venidera, los hijos que nacerían;
Y los que se levantarían lo contasen a sus hijos,
A fin de que pusiesen en Dios su confianza,
Y no se olvidasen de las obras de Dios,
Sino que guardasen sus mandamientos,Y no fuesen como sus padres,
Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón,
Ni fue fiel para con Dios su espíritu.Los hijos de Efraín, armados arqueros,
Volvieron las espaldas el día de la batalla.
No guardaron el pacto de Dios,
Ni quisieron andar en su ley;Sino que se olvidaron de sus obras
Y de sus maravillas que les había mostrado.Delante de sus padres hizo maravillas
En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
Dividió el mar y los hizo pasar;
Detuvo las aguas como en un montón.Les guió de día con nube,
Y toda la noche con resplandor de fuego.Hendió las peñas en el desierto,
Y les dio a beber como de grandes abismos,
Pues sacó de la peña corrientes,
E hizo descender aguas como ríos.Pero aun así, pecaron más contra él,
Rebelándose contra el Altísimo en el desierto.Y tentaron a Dios en sus corazones,
Pidiendo comida a su gusto.
Y hablaron contra Dios, diciendo:
¿Podrá poner mesa en el desierto?He aquí ha herido la peña, y han brotado aguas,
Y torrentes se han desbordado;
¿Podrá también dar pan,
O proveer de carne a su pueblo?Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;
Y se encendió el fuego contra Jacob,
Y el furor subió también contra Israel,
Por cuanto no habían creído en Dios,
Ni habían confiado en su salvación.A pesar de esto, mandó a las nubes de arriba,
Y abrió las puertas de los cielos;Y llovió sobre ellos maná para comer,
Y les dio trigo del cielo.
Pan de nobles comió el hombre;
Les envió comida hasta saciarlos.Movió el solano en el cielo,
Y trajo con su poder el viento sur.E hizo llover sobre ellos carne como polvo,
Y aves voladoras como la arena del mar;
Las hizo caer en medio de su campamento,
Alrededor de sus moradas.Comieron y se saciaron;
Les cumplió, pues, su deseo.No habían quitado de sí su deseo,
Aún estaba su comida en su boca,
Cuando vino sobre ellos la ira de Dios,
Y mató a los más robustos de ellos,
Y derribó a los escogidos de Israel.Con todo esto, pecaron aún,
Y no dieron crédito a sus maravillas.Por lo cual consumió sus días en vanidad,
Y sus años en tribulación.
Si los mataba, entonces buscaban a Dios;
Y se volvían solícitos en busca de él,Y se acordaban de que Dios era su roca,
Y el Dios Altísimo su redentor.Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;
Pues no estaba firme su corazón con él,
Ni eran fieles en su pacto.Pero él, misericordioso, perdonaba la iniquidad, y no los destruía;
Y apartaba muchas veces su ira,
Y no despertaba todo su enojo.Se acordaba de que eran carne,
Un viento que pasa y no vuelve.
¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Y le contristaron en la soledad!Y volvían y tentaban a Dios,
Y provocaban al Santo de Israel.No se acordaban de su mano,
Del día en que los redimió de angustia;
Cuando hizo en Egipto sus señales,
Y sus maravillas en el campo de Zoán.Volvió sus ríos en sangre,
Y no pudieron beber sus corrientes.Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
Y ranas que los destruían.
Dio también al pulgón sus frutos,
Y sus trabajos a la langosta.Destruyó sus viñas con granizo,
Y sus higuerales con escarcha.Entregó al granizo sus bestias,
Y sus ganados a los rayos.
Envió sobre ellos el ardor de su ira,
Enojo, indignación y angustia,
Un ejército de ángeles destructores.Dispuso camino a su ira;
No eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino que entregó su vida a la pestilencia.Hirió a todo primogénito en Egipto,
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.
Pero hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y los llevó por el desierto como un rebaño.Los guió con seguridad, de modo que no tuvieron temor;
Y el mar cubrió a sus enemigos.Los trajo después a las fronteras de su santuario,
A este monte que ganó su diestra.
Echó de delante de ellos a las naciones,
Y les repartió una heredad con cuerda,
Y hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.Pero tentaron y provocaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios;Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres;
Se volvieron como un arco engañoso.
Le enojaron con sus lugares altos,
Y le provocaron a celo con sus imágenes de fundición.Dios oyó esto, y se enojó,
Y en gran manera aborreció a Israel.Por lo cual dejó el tabernáculo de Silo,
La tienda en que habitó entre los hombres;
Y entregó su poder al cautiverio,
Y su gloria en manos del enemigo.Entregó también su pueblo a espada,
Y se enojó contra su heredad.El fuego consumió a sus jóvenes,
Y sus vírgenes no fueron loadas en cánticos nupciales.
Sus sacerdotes cayeron a espada,
Y sus viudas no lloraron.Entonces despertó el Señor como quien duerme,
Como un valiente que grita excitado por el vino.E hizo retroceder a sus enemigos;
Les dio perpetua afrenta.
Además, rechazó el tabernáculo de José,
Y no escogió la tribu de Efraín,Sino que escogió la tribu de Judá,
El monte Sion, que amó.Y edificó su santuario a manera de altura,
Como la tierra que fundó para siempre.
Y eligió a David su siervo,
Y lo tomó de los apriscos de las ovejas;De tras las paridas lo trajo,
Para que apacentase a Jacob su pueblo,
Y a Israel su heredad.Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón,
Y los guió con la destreza de sus manos.
Explicación de los versículos de Salmo 78
Desglosamos el Salmo 78 versículo por versículo, explorando las profundas lecciones históricas y espirituales que Asaf transmite a través de esta narrativa poética. Este análisis no solo proporciona una interpretación textual, sino que también ofrece reflexiones aplicables a nuestra comprensión moderna de la fe y la responsabilidad generacional.
"Escucha, pueblo mío, mi ley; Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca."
Este versículo establece la importancia de la atención y la obediencia a las enseñanzas que seguirán. Asaf apela directamente a la comunidad, instándola a escuchar con reverencia y disposición.
"Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,"
Asaf anuncia que compartirá sabiduría en forma de proverbios, revelando verdades que han estado ocultas o no completamente comprendidas, destacando el valor de las enseñanzas transmitidas a través de generaciones.
"Las cuales hemos oído y entendido; Que nuestros padres nos han contado."
Este versículo resalta la cadena de transmisión del conocimiento, desde los antepasados hasta el presente, subrayando la responsabilidad de preservar y compartir esta herencia.
"No las encubriremos a sus hijos, Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su potencia, y las maravillas que hizo."
Asaf se compromete a educar a las futuras generaciones sobre las obras de Dios, asegurando que los milagros y el poder divino sean conocidos por todos, lo cual es crucial para fomentar una fe continua y profunda.
"Él estableció testimonio en Jacob, Y puso ley en Israel, La cual mandó a nuestros padres Que la notificasen a sus hijos;"
Este versículo enfatiza la ley divina dada a Jacob e Israel, que debe ser comunicada de padres a hijos, reforzando la idea de un legado espiritual y moral que debe perdurar.
"Para que lo supiese la generación venidera, los hijos que nacerían; Y los que se levantarían lo contasen a sus hijos,"
Continúa con la temática de la educación y la transmisión de la fe y las leyes de Dios a cada nueva generación, asegurando que el conocimiento de Dios no se pierda con el tiempo.
"A fin de que pusiesen en Dios su confianza, Y no se olvidasen de las obras de Dios, Sino que guardasen sus mandamientos,"
El propósito de recordar y enseñar las leyes y obras de Dios es mantener viva la fe, fomentar la confianza en Dios y asegurar la obediencia a sus mandamientos.
"Y no fuesen como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu."
Asaf advierte contra la imitación de las generaciones anteriores que fueron obstinadas y rebeldes, que no prepararon sus corazones ni fueron leales a Dios, destacando la importancia de aprender de los errores del pasado.
Cada versículo del Salmo 78 no solo cuenta una historia, sino que también enseña una lección vital sobre la importancia de la memoria, la obediencia y la transmisión de la fe. Asaf utiliza la historia de su pueblo para instar a una relación más profunda y consciente con Dios, recordándonos la importancia de no solo escuchar, sino también actuar según las enseñanzas divinas.
Significado y reflexión final sobre Salmo 78
El Salmo 78 nos ofrece una profunda reflexión sobre la importancia de la memoria histórica y la transmisión de las lecciones aprendidas a las futuras generaciones. Este salmo, en su narrativa extensa, no solo recuenta los actos poderosos de Dios con Israel, sino que también subraya la respuesta frecuentemente ingrata y rebelde del pueblo. La repetición de estos ciclos de olvido y redención resalta una verdad crucial: la tendencia humana a olvidar las bendiciones y las enseñanzas cuando no enfrentamos adversidades directas.
Aprendemos que recordar y enseñar son fundamentales para mantener viva nuestra fe y para evitar los errores del pasado. Este mensaje es especialmente relevante en nuestra vida moderna, donde las distracciones son muchas y la memoria puede ser corta. El salmo nos invita a establecer prácticas de recuerdo activo, no solo de los actos divinos, sino también de las consecuencias de alejarnos de los caminos de justicia y obediencia a Dios.
Además, el Salmo 78 nos anima a ser transmisores activos de esta memoria. No es suficiente vivir nuestra fe en aislamiento; estamos llamados a compartir estas historias y lecciones con los demás, especialmente con las nuevas generaciones. Esto no solo fortalece nuestra propia comprensión y compromiso, sino que también asegura que la comunidad en su conjunto se beneficie y crezca.
En conclusión, el Salmo 78 es un llamado a la reflexión y acción. Nos recuerda la importancia de no tomar por sentado las lecciones del pasado y de trabajar activamente para que estas historias de fe, prueba y redención sigan vivas en la comunidad. Te invitamos a seguir explorando y profundizando en tu fe a través de los recursos que ofrece Tu Biblia Online, donde cada artículo es una oportunidad para crecer en conocimiento y espiritualidad.