En Mateo 16, nos encontramos con enseñanzas y eventos fundamentales que marcan un punto de inflexión en el ministerio de Jesucristo. Este capítulo no solo revela la confesión de Pedro sobre la identidad de Jesús, sino que también introduce la profunda enseñanza sobre el costo del discipulado. A través de diálogos intensos y momentos de revelación divina, Jesús desafía a sus seguidores a considerar qué significa realmente seguirlo, invitándolos a una reflexión sobre la fe, la salvación y el sacrificio personal.
Este capítulo es crucial para entender la misión de Jesús y su impacto en aquellos que lo rodean. Nos ofrece una perspectiva única sobre cómo los primeros discípulos percibieron a Jesús y cómo sus enseñanzas continúan desafiando nuestras propias creencias y acciones hoy en día.
Prepárate para explorar las ricas capas de significado y las llamadas transformadoras que Mateo 16 tiene para ofrecer.
Mateo 16 al completo en español y letra grande
Mateo 16
- Llegaron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
- Mas él respondió y les dijo: Cuando es la tarde decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
- Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo sombrío. ¡Hipócritas! Sabéis discernir el aspecto del cielo; ¿y las señales de los tiempos no podéis?
- La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.
- Y llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de tomar pan.
- Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
- Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.
- Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, oh de poca fe, que no trajisteis pan?
- ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes de los cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?
- ¿Ni de los siete panes de los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
- ¿Cómo es que no entendéis que no hablaba a vosotros de pan? Guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
- Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
- Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
- Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
- Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
- Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
- Entonces Jesús le respondió: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
- Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
- Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
- Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
- Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén, y padecer mucho de los ancianos, y de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
- Entonces Pedro, tomándole aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
- Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
- Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
- Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
- Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
- Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
- De cierto os digo, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Explicación de los versículos de Mateo 16
Analizamos Mateo 16 versículo por versículo, proporcionando una interpretación detallada que nos ayuda a comprender mejor las enseñanzas de Jesús y su impacto tanto en sus contemporáneos como en nosotros hoy.
“Llegaron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.“
Este versículo muestra cómo los líderes religiosos de la época intentaban desafiar la autoridad de Jesús solicitando una señal milagrosa, evidenciando su escepticismo y falta de fe genuina.
“Mas él respondió y les dijo: Cuando es la tarde decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.“
Jesús utiliza una observación cotidiana sobre el clima para comenzar su respuesta, destacando cómo las personas pueden interpretar señales naturales pero fallan en comprender las señales espirituales.
“Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo sombrío. ¡Hipócritas! Sabéis discernir el aspecto del cielo; ¿y las señales de los tiempos no podéis?“
Aquí, Jesús critica directamente a los fariseos y saduceos por su habilidad para predecir el tiempo basándose en el cielo, pero su incapacidad para entender los eventos espirituales y proféticos que estaban cumpliéndose ante sus ojos.
“La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.“
Jesús denuncia la corrupción moral de la generación y menciona la “señal de Jonás” como la única señal que recibirán, refiriéndose a su futura muerte y resurrección, similar a la experiencia de Jonás en el vientre del gran pez.
“Y llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de tomar pan.“
Este versículo transita hacia una preocupación más inmediata y práctica de los discípulos, mostrando su humanidad y las preocupaciones cotidianas que a veces pueden distraer de las enseñanzas espirituales.
“Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.“
Aquí, Jesús utiliza la metáfora de la “levadura” para advertir a sus discípulos sobre la influencia corruptora de las enseñanzas y el ejemplo de los líderes religiosos de ese tiempo.
“Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.“
Los discípulos malinterpretan inicialmente la advertencia de Jesús, pensando que se refería a la levadura literal en lugar de la doctrinal.
“Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, oh de poca fe, que no trajisteis pan?“
Jesús reconoce su confusión y les llama la atención por su falta de fe y entendimiento, señalando que sus preocupaciones deberían estar más centradas en las enseñanzas espirituales que en las necesidades materiales.
“¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes de los cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?“
Jesús les recuerda milagros anteriores donde multiplicó los panes, subrayando que no deberían preocuparse por la provisión material cuando están en presencia del Hijo de Dios.
“¿Ni de los siete panes de los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?“
Continúa reforzando la lección anterior, instando a los discípulos a recordar su poder y cuidado providencial, que va más allá de lo ordinario.
“¿Cómo es que no entendéis que no hablaba a vosotros de pan? Guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.“
Finalmente, Jesús aclara que su advertencia era sobre la influencia perniciosa de las enseñanzas de los fariseos y saduceos, no sobre el pan físico.
“Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.“
Este versículo concluye la confusión inicial, mostrando que los discípulos finalmente comprendieron la metáfora de Jesús y la importancia de estar alerta ante las enseñanzas que podrían desviarlos de la verdad.
Significado y reflexión final sobre Mateo 16
Mateo 16 nos ofrece una profunda reflexión sobre la fe, la identidad de Jesús y las implicaciones del verdadero discipulado. A través de las interacciones de Jesús con los fariseos, saduceos y sus propios discípulos, se nos invita a considerar cómo discernimos y respondemos a las señales espirituales en nuestras vidas.
La insistencia de Jesús en reconocer las señales de los tiempos y no solo las físicas, como el clima, nos enseña la importancia de una percepción espiritual aguda. Nos recuerda que, en medio de las distracciones y desafíos de la vida, debemos mantener nuestra atención en lo que verdaderamente importa: nuestra relación con Dios y nuestro crecimiento espiritual.
La revelación de Pedro, al declarar que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, subraya un momento crucial de reconocimiento y confesión de fe que cada creyente debe enfrentar. Este reconocimiento no solo es un acto de fe sino también el fundamento sobre el cual se construye nuestra vida espiritual y nuestra comunidad eclesial.
Finalmente, las enseñanzas sobre llevar nuestra cruz y perder la vida por causa de Jesús nos desafían a considerar el costo del discipulado. No se trata solo de una fe superficial o de conveniencia, sino de un compromiso profundo que puede requerir sacrificio y entrega total.
Este capítulo nos anima a evaluar nuestra propia fe y compromiso con Jesús. ¿Reconocemos realmente quién es Él y lo que eso significa para nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a aceptar el costo de seguirlo verdaderamente?
Esperamos que esta reflexión sobre Mateo 16 te inspire a profundizar en tu comprensión y relación con Jesús. Te invitamos a seguir explorando y enriqueciendo tu fe con más recursos y artículos en Tu Biblia Online, donde cada texto está pensado para fortalecer tu caminar espiritual.